- El objetivo es mejorar el manejo de la congestión asociada a la insuficiencia cardiaca mediante una administración más eficaz de los medicamentos diuréticos y el desarrollo de metodologías innovadoras
- La insuficiencia cardiaca, enfermedad cardiovascular crónica que impide que el corazón tenga capacidad suficiente para bombear sangre, es la causa más común de hospitalización en adultos, y afecta a 6,5 millones de personas en Europa

El Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico Universitario de València, participa en el proyecto europeo BIOTOOL-CHF (BIOmarker based diagnostic TOOLkit to personalize pharmacological approaches in congestive heart failure), que tiene como objetivo revolucionar el tratamiento y la gestión de la insuficiencia cardiaca, una enfermedad clínica crónica que afecta a millones de personas en toda Europa, mediante el desarrollo y la validación de herramientas y metodologías innovadoras.
BIOTOOL-CHF, financiado con 9,6 millones de euros por el programa de investigación e innovación de la Unión Europea, Horizonte Europa, busca mejorar el manejo de la congestión asociada a la insuficiencia cardiaca aplicando una administración más eficaz de los medicamentos diuréticos. Para ello, abarca desde la validación de biomarcadores para medir la congestión hasta el uso de inteligencia artificial en modelos predictivos, con el objetivo de optimizar la toma de decisiones clínicas y mejorar los resultados de los pacientes.
El proyecto también creará una herramienta para tomar decisiones más precisas sobre el uso de diuréticos en el manejo de la congestión, acompañada de un sistema de diagnóstico en el punto de atención que mida biomarcadores clave. Con la integración de tecnologías innovadoras y soluciones digitales, el objetivo es personalizar el tratamiento de la insuficiencia cardiaca optimizando los fármacos existentes y reduciendo los reingresos.
Este planteamiento no solo transforma el abordaje de la insuficiencia cardiaca, sino que también sienta las bases para estrategias de tratamiento personalizadas de la insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida.
El Dr. Julio Núñez, cardiólogo responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Hospital Clínico Universitario de València, coordinador del Grupo de Investigación en Insuficiencia Cardiaca de INCLIVA y profesor titular del Departamento de Medicina en la Universitat de València, es el investigador principal del proyecto en INCLIVA. El Dr. Núñez y su equipo participan en el paquete de trabajo para la validación de la estrategia de diagnóstico complementario en un estudio clínico aleatorizado y controlado. Para ello, previamente han trabajado en el diseño del ensayo clínico como parte del comité directivo del proyecto.
“En el presente estudio clínico pretendemos desarrollar un panel de biomarcadores que permitan a los clínicos optimizar la terapia diurética en pacientes con insuficiencia cardiaca descompensada. Nuestro trabajo previo al respecto nos ha permitido ser piedra angular de este ambicioso proyecto”, asevera el Dr. Núñez.
El proyecto BIOTOOL-CHF, con una duración de 60 meses, que se encuentra inmerso en su segundo año de trabajo, reúne a 23 socios entre hospitales, universidades y centros de investigación de 11 países (Italia, Alemania, Francia, Países Bajos, Bélgica, Grecia, Eslovenia, España, Dinamarca, Suiza y Suecia), bajo la coordinación del IRCCS Azienda Ospedaliero Universitaria di Bologna.
Sobre la insuficiencia cardiaca
La insuficiencia cardiaca (IC) es una enfermedad cardiovascular crónica que impide que el corazón tenga capacidad suficiente para bombear sangre. Afecta a aproximadamente 6,5 millones de personas en Europa y es la causa más común de hospitalización en adultos, con una tasa de mortalidad de hasta el 70 % en cinco años.
En la actualidad existen medicamentos que han demostrado mejorar la evolución de pacientes con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida (ICFER), un tipo de insuficiencia cardiaca en el que el porcentaje de sangre que sale del corazón es menor del 40%. Sin embargo, los diuréticos, que son fundamentales para aliviar los síntomas al reducir la acumulación de líquidos (congestión), cuentan con evidencia científica limitada y desactualizada que respalde su uso.
La congestión provoca el empeoramiento de los síntomas de la IC y lleva a la hospitalización. Evaluar clínicamente la congestión es complicado, ya que las herramientas actuales no detectan con precisión el exceso de líquido en los tejidos o en los vasos sanguíneos. Esto dificulta la correcta orientación en el uso de diuréticos. De hecho, su eficacia es limitada: estudios han mostrado que hasta el 70% de los pacientes con ICFER crónica siguen presentando congestión a pesar de la terapia con diuréticos. Además, los diuréticos no siempre previenen complicaciones en pacientes dados de alta tras un episodio agudo de IC y pueden interferir con la adherencia a otros tratamientos que modifican la progresión de la enfermedad.
Por todo esto, un manejo adecuado de la terapia con diuréticos es crucial para reducir el riesgo de rehospitalización, controlar los síntomas de los pacientes y alcanzar los objetivos de las terapias recomendadas en las guías clínicas.
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