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Un estudio liderado por INCLIVA concluye que el 5% de los pacientes de infarto agudo de miocardio sufren falta de aporte de sangre en zonas infartadas que se asocia con una reducción de la función cardiaca a largo plazo
Un estudio liderado por INCLIVA concluye que el 5% de los pacientes de infarto agudo de miocardio sufren falta de aporte de sangre en zonas infartadas que se asocia con una reducción de la función cardiaca a largo plazo