- En el ensayo se incluyeron 167 pacientes mayores con fragilidad que padecieron un determinado tipo de infarto agudo de miocardio
- Las conclusiones mostraron que realizar en ellos un cateterismo cardiaco de forma rutinaria, como se recomienda en los pacientes no frágiles, no mejora su pronóstico
El Servicio de Cardiología del Hospital Clínico de València, con el Dr. Juan Sanchis, jefe de la sección de Cardiología Intervencionista, coordinador del Grupo de Investigación en Cardiología Clínica del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA y catedrático de Medicina de la Universitat de València, como investigador principal, ha publicado recientemente en la Revista JAMA Internal Medicine los resultados del ensayo clínico ‘Efecto de la estrategia invasiva versus conservadora de rutina en adultos mayores con fragilidad en infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST’.
El estudio ha sido monitorizado por INCLIVA y han participado centros españoles del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Enfermedades Cardiovasculares. La revista JAMA Internal Medicine tiene un impacto muy alto (44,4 puntos de factor impacto) y está entre las 10 primeras (decil 1) de la categoría de revistas de Medicina.
En el ensayo se incluyeron 167 pacientes mayores (con una media de 86 años) con fragilidad y que padecieron un infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST (IAMSEST). Las conclusiones muestran que realizar una estrategia invasiva de rutina, frente a una estrategia conservadora, no aumentó significativamente el número de días con vida un año después del alta del hospital.
Tal y como ha explicado el Dr. Juan Sanchis, “hasta donde sabemos, ningún ensayo clínico aleatorizado ha comparado las estrategias invasivas y conservadoras en pacientes ancianos frágiles que padecen un infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST (IAMSEST)”.
“La fragilidad tiene un impacto perjudicial en el pronóstico de los adultos mayores con infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST (IAMSEST). El tratamiento óptimo, es decir, estrategias invasivas o conservadoras, aún se desconoce. Las guías de práctica clínica recomiendan en este tipo de infartos una estrategia invasiva rutinaria, pero reconocen que se basan en estudios que excluyeron a ancianos frágiles. Nuestro objetivo fue comparar los resultados de las estrategias invasivas y conservadoras en pacientes ancianos frágiles con IAMSEST al cabo de 1 año. El ensayo se llevó a cabo en 13 hospitales españoles”, ha explicado.
Los pacientes fueron aleatorizados a una estrategia invasiva de rutina (consistente en realizar un cateterismo cardiaco y revascularización si era factible) o bien una estrategia conservadora (que consiste en tratamiento médico únicamente, aunque se permitió el cateterismo cardíaco en caso de isquemia recurrente).
Hubo una supervivencia de 28 días menos en el grupo tratado de forma invasiva frente a la conservadora. “No hubo beneficio de una estrategia invasiva de rutina en el número de días con vida y fuera del hospital desde el alta hasta el primer año. Con base en estos hallazgos, parece recomendable una política de tratamiento médico y observación atenta para los pacientes mayores con fragilidad y IAMSEST”, ha explicado el Dr. Juan Sanchis.
“Debemos considerar que en un paciente mayor frágil con un infarto agudo de miocardio existen otros factores, más allá del propio infarto agudo de miocardio, que van a influir en el pronóstico”, destaca el Dr. Juan Sanchis.