- Este estudio representa un paso preliminar hacia la traslación clínica con la finalidad de mejorar el diagnóstico de aquellas pacientes con tumor uterino y evitar el riesgo de difusión oculta en caso de malignidad
- Julio es el Mes de Concienciación del Fibroma Uterino, una fecha para llamar la atención sobre la necesidad de continuar investigando en este ámbito para encontrar tratamientos cada vez menos invasivos y más eficaces
València, 16 de julio de 2022. El Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de València, ha impulsado un estudio para desarrollar un modelo predictivo de diagnóstico diferencial temprano de miomas y miosarcomas uterinos, con el fin de evitar el riesgo de difusión oculta en caso de malignidad.
Los miomas, o fibromas uterinos, son los tumores benignos sólidos más habituales de la mujer. Generalmente no son peligrosos, pero pueden causar dolor, sangrado abundante y problemas de fertilidad o embarazo.
Los miosarcomas uterinos son un tipo de cáncer ginecológico, de escasa incidencia, que también se puede desarrollar oculto dentro del mioma o coincidiendo con él. Los miomas y los miosarcomas se consideran tumores biológicamente no relacionados, pero comparten características que pueden complicar su diagnóstico con las pruebas y factores clínicos existentes en la actualidad -procedimientos invasivos que generan un gran estrés para las pacientes y costes adicionales para el sistema nacional de salud- para clasificarlos como benignos o malignos.
El objetivo de este estudio es el análisis molecular diferencial del tejido tumoral en miomas y miosarcomas, así como de la sangre periférica de pacientes que van a ser operadas por un tumor uterino.
El estudio –que cuenta con una financiación de 99.825 euros del Instituto de Salud Carlos III- se está desarrollando bajo la dirección de la Dra. Aymara Mas Perucho, investigadora Miguel Servet en INCLIVA, del Grupo de Investigación en Medicina Reproductiva liderado por el Dr. Carlos Simón. En él intervienen, además, Paula Punzón Jiménez y Alba Machado López, estudiantes predoctorales, y Marta Gálvez-Viedma, técnico de laboratorio, integrantes del mismo grupo de investigación.
La Dra. Mas destaca que “el desarrollo de métodos diagnósticos precisos y no-invasivos es una prioridad en áreas como la ginecología y la oncología” y añade que, si se consiguen los objetivos previstos, “en un futuro, se podrían utilizar dichos resultados para desarrollar nuevos métodos de diagnóstico molecular más completos, más resolutivos y cómodos tanto para las pacientes, como para los profesionales sanitarios, pudiendo generar soluciones para las necesidades a las que se enfrentan los ginecólogos ante dicha patología”. De hecho, este proyecto representa el paso preliminar hacia la traslación clínica con la finalidad de mejorar el diagnóstico de aquellas pacientes con sospecha de tumor miometrial y evitar el riesgo de difusión oculta en el caso de malignidad.
El estudio –biomédico, prospectivo y multicéntrico-, que se inició en enero de 2021 y finalizará en diciembre de 2023, se encuentra en el ecuador de su desarrollo.
Gracias a las técnicas de secuenciación masiva, se está analizando todo el material genético del tumor para detectar alteraciones genéticas y cromosómicas que podrían estar relacionadas con el proceso de evolución.
Para alcanzar este nuevo reto científico, se cuenta con la participación de 21 hospitales y centros médicos nacionales, para reclutar a 600 participantes con sospecha de tumor uterino que proporcionarán muestras de sangre periférica para su posterior análisis.
De izquierda a derecha: Marta Gálvez (técnico: sentada), Aymara Mas (IP: de pie), Alba Machado (estudiante pre-doctoral: de pie), Paula Punzón (estudiante pre-doctoral: sentada).
Julio, Mes de Concienciación sobre el Fibroma Uterino
Julio es el Mes de Concienciación sobre el Fibroma Uterino. Es una fecha en la que se pretende llamar la atención sobre un problema de salud que afecta a millones de mujeres en todo el mundo y requiere impulsar la investigación en este ámbito con el fin de encontrar tratamientos cada vez menos invasivos y más eficaces.
El Mes de Concienciación sobre el Fibroma Uterino ha cobrado impulso en los últimos años gracias a organizaciones surgidas para ofrecer apoyo a mujeres con fibromas, como The White Dress Project, en Estados Unidos. Esta organización utiliza el vestido blanco como símbolo de fortaleza y esperanza, ya que la mayoría de las mujeres con fibromas evitan vestirse de blanco debido al abundante sangrado causado por la afección.
Los fibromas uterinos son tumores benignos, de causa desconocida, que afectan a un porcentaje que se sitúa entre el 70% y el 80% de las mujeres entre 35 y 54 años y afecta más a mujeres negras. Aunque la mayoría de los fibromas no causan ningún síntoma, algunas veces provocan dolor abdominal, sangrado abundante, agrandamiento de la parte inferior del abdomen, micción frecuente, fatiga, complicaciones con el embarazo y problemas reproductivos, entre otros. Por lo general, los fibromas se resuelven después de la menopausia, pero cuando causan problemas graves llevan a la realización de una histerectomía (extirpación quirúrgica del útero).